La ‘cláusula Anti Arabia’ de Laporta para blindar a las estrellas del Barça

Los nuevos contratos de Pedri y Gavi van de la mano de una cláusula de 1.000 millones de euros que aleje el interés árabe

Joan Laporta, presidente del Barça
Joan Laporta, presidente del Barça

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En plena reconstrucción deportiva y financiera, el Barça, con Joan Laporta a la cabeza, trabaja de forma incansable en la confección de un equipo que devuelva al conjunto blaugrana a lo más alto de la élite deportiva. Un hecho que se demuestra en lo ambicioso de los fichajes que se han realizado recientemente, así como en los nombres que están en la lista del propio Laporta.

Sin embargo, en el Barça tienen claro que, más allá de fichar, es vital retener a sus grandes estrellas de la amenaza de otros equipos. Precisamente por ello, durante las últimas semanas, el Barça ha llevado a cabo una serie de renovaciones que, comenzando por la de Araujo, ha pasado a ser una de las grandes prioridades en Can Barça.

El secreto de la cláusula de Pedri y Gavi para ahuyentar a Arabia

Más allá de la inesperada renovación de Araujo, cuya situación es ligeramente distinta a la del resto de sus compañeros, Pedri y Gavi fueron los siguientes nombres en pasar por las oficinas del Camp Nou para plasmar su firma en el nuevo contrato con el conjunto azulgrana, que extiende su vínculo hasta el 30 de junio de 2030, blindando así a dos de sus principales activos de cara al futuro.

Sin embargo, tal y como está el panorama internacional actual, ni siquiera una renovación asegura la continuidad de ningún futbolista en ningún club. Especialmente, teniendo en cuenta el músculo financiero de Arabia Saudí, que ya se ha llevado a grandes futbolistas de Europa. Un hecho del que Laporta es plenamente consciente, motivo por el que ha incluido la famosa cláusula Anti Arabia en los contratos de Pedri y Gavi.

Hasta hace no mucho, las cláusulas de rescisión parecían haber pasado a mejor vida, ya que eran la forma ideal para ofrecer un salvoconducto a un jugador en el caso de que apareciese un equipo con dinero, dando al futbolista una libertad total sin precio fijo para negociar una salida. Un tipo de contrato que Laporta no ha querido valorar en ningún momento, volviendo a tomar como referencia esas cláusulas de rescisión.

Precisamente por ello, el Barça ha blindado a dos de sus principales activos no solo en lo relativo a su renovación que se extenderá durante cinco temporadas más, sino también en lo relativo a la cláusula de 1.000 millones de euros que reina en los contratos de ambos futbolistas. Algo que implica que, si algún club de la Liga Saudí aparece con una morterada de millones para llevarse a cualquiera de los dos, esa es la cifra que tendrá que desembolsar.

Una cifra disuasoria que no termina de espantar la amenaza árabe

Una operación que el Barça ha llevado a cabo teniendo en cuenta la traumática salida de Neymar allá por 2017, de la mano de un PSG que pagó su cláusula de 222 millones de euros, algo que, por aquel entonces, parecía impensable. Desde entonces, el conjunto azulgrana aprendió la lección, poniendo en los contratos de sus grandes estrellas cifras que realmente sean inalcanzables, incluso para un club árabe.

Sin embargo, a la hora de la verdad e independientemente de la cláusula, todo dependerá del jugador y de las necesidades del club. Y es que en caso de que cualquiera de los dos futbolistas buscase una salida, o que el Barça necesitase el dinero, una oferta generosa aunque inferior a esos 1.000 millones procedentes de Arabia, podrían dar luz verde a una operación en la que, hoy por hoy, en el Barça no quieren ni pensar, con la mente puesta en evitar otro caso Neymar a toda costa.

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